Consejos sobre administración de dinero para jóvenes profesionales

Published On: October 21, 2024Categories: Presupuesto 101

Graduarse de la universidad e ingresar al mercado laboral puede ser una experiencia emocionante pero intimidante. Es un gran paso, no solo en términos de progreso profesional sino también de responsabilidad financiera. De repente, te encuentras con un salario de tiempo completo y una serie de nuevos gastos. Administrarlos puede ser un desafío si no estás preparado.

A continuación, presentamos nueve consejos y estrategias de presupuesto para jóvenes profesionales que te ayudarán a facilitar la transición a la edad adulta y a asegurar tu futuro financiero.

1. Comprende tus ingresos

Uno de los mayores cambios que debes hacer después de graduarte es entender la diferencia entre tu salario bruto y tu sueldo neto. Tu salario bruto es la cantidad que te promete tu empleador, pero esta cifra no refleja el efectivo real que tendrás disponible para gastar cada mes.

Después de deducir los impuestos, el seguro Social, Medicare, las primas de aseguranza médica y las contribuciones para la jubilación, tu sueldo neto será menos de lo que tu salario podría sugerir. Por ejemplo, si tu salario es de 50.000 dólares al año, es posible que solo te lleves a casa 35.000 dólares después de las deducciones, según el lugar donde vivas y tu nivel impositivo.

Es esencial conocer tus ingresos reales porque te da una idea más clara de lo que puedes permitirte en lo que respecta al alquiler, las facturas y los gastos discrecionales. Muchos empleadores ofrecen herramientas o recursos en línea donde puedes obtener una vista previa de tu recibo de sueldo para entender qué deducciones se realizarán. También puedes usar una calculadora de sueldos para obtener una estimación aproximada de tus ingresos netos.

2. Crear un presupuesto realista

Una vez que sepas cuál es tu sueldo neto, el siguiente paso es crear un presupuesto que equilibre tus ingresos con tus gastos. Comienza por enumerar tus gastos fijos, es decir, los costos no negociables que debes cubrir cada mes, como el alquiler, los servicios públicos, el transporte, la compra de comestibles y los pagos de préstamos estudiantiles. No olvides incluir los gastos menos frecuentes, como la aseguranza del automóvil o los servicios de suscripción anual.

A continuación, asigna una parte de tu presupuesto a gastos discrecionales, como salir a comer, entretenerte, hacer aficiones y comprar. Si bien es importante disfrutar de la vida y darte un capricho, ten cuidado de no gastar de más en esta categoría, especialmente si recién estás empezando y todavía te estás adaptando a tus nuevas responsabilidades financieras.

Un marco común y eficaz a tener en cuenta es la regla 50/30/20:

  • 50% para necesidades: alquiler, servicios públicos, comestibles, aseguranzas y pago de deudas.
  • 30% para deseos: gastos no esenciales como salir a comer, entretenimiento, vacaciones y pasatiempos.
  • 20% para ahorros o pago de deudas: crea un fondo de emergencia, contribuye a tu jubilación o paga deudas con intereses altos.

3. Crear un fondo de emergencia

Una de las medidas de seguridad financiera más importantes que puedes tener como adulto joven es un fondo de emergencia. Se trata de dinero reservado específicamente para eventos inesperados (como una emergencia médica, la reparación del automóvil o la pérdida del empleo) que, de otro modo, podrían descarrilar tus finanzas. Una buena regla general es ahorrar entre 3 y 6 meses de gastos de subsistencia, incluidos el alquiler, los servicios públicos, la comida y el transporte. Si bien esto puede parecer abrumador, no es necesario que lo hagas todo de una vez. Comienza por establecer metas pequeñas y alcanzables, como ahorrar 1.000 dólares para un fondo de emergencia inicial.

Si es posible, automatiza tus ahorros configurando una transferencia directa a una cuenta de ahorros de alto rendimiento cada vez que recibas tu salario. Incluso si sólo estás ahorrando un pequeño porcentaje de tus ingresos, esas contribuciones se irán sumando con el tiempo. 

4. Controlar la inflación en el estilo de vida

Después de conseguir tu primer trabajo a tiempo completo, es natural que te sientas entusiasmado por tener finalmente un ingreso estable. Sin embargo, esta emoción a veces puede llevar a lo que se conoce como “inflación del estilo de vida”. La inflación del estilo de vida ocurre cuando tus gastos aumentan a medida que aumentan tus ingresos. Puedes sentirte tentado a mejorar tu apartamento, derrochar en ropa nueva, cenar en restaurantes de lujo o comprar los últimos dispositivos electrónicos porque sientes que te lo mereces después de años de vivir con un presupuesto de estudiante.

Si bien es importante darte un gusto de vez en cuando, es fundamental evitar gastar más de lo que puedes permitirte solo porque estás ganando más. La clave es lograr un equilibrio entre disfrutar de tus nuevos ingresos y tomar decisiones financieras inteligentes. Una forma de hacerlo es retrasar las grandes compras. Además, vivir por debajo de tus posibilidades puede permitirte ahorrar más, invertir o saldar deudas más rápido.

5. Cómo afrontar la deuda de préstamos estudiantiles

Para muchos jóvenes profesionales, la deuda por préstamos estudiantiles es uno de los mayores obstáculos financieros después de la graduación. Es esencial tener un plan para afrontar esta deuda sin dejar que abrume tu presupuesto.

El primer paso es comprender completamente los términos de sus préstamos. Infórmate si tienes préstamos federales o privados, las tasas de interés de cada uno y los plazos de pago. Los préstamos federales suelen ofrecer opciones de pago más flexibles, como planes de pago basados ​​en los ingresos o programas de condonación de préstamos, que pueden facilitar la administración de sus pagos si recién está comenzando.

Si tienes varios préstamos, es posible que desees considerar consolidarlos o refinanciarlos, especialmente si puedes obtener una tasa de interés más baja. Sin embargo, ten cuidado con la refinanciación privada, ya que podría eliminar las protecciones de los préstamos federales, como las opciones de aplazamiento o indulgencia.

6. Aprovecha los beneficios que te ofrece el empleador

Una de las mayores ventajas de la transición a la fuerza laboral es el acceso a los beneficios que ofrece el empleador. Si bien tu salario es una parte crucial de tu compensación, los beneficios como la aseguranza médica, los planes de jubilación y los programas de bienestar pueden mejorar significativamente tu bienestar financiero.

Comienza por comprender completamente las opciones de la aseguranza médica de tu empleador. Si tu empleador ofrece cuentas de ahorro para gastos médicos (HSA, por sus siglas en inglés) o cuentas de gastos flexibles (FSA, por sus siglas en inglés), considera aprovecharlas para ahorrar en gastos médicos de bolsillo.

Los planes de jubilación, como los 401(k), son otro beneficio clave que debes aprovechar tan pronto como seas elegible. Muchos empleadores ofrecen contribuciones equivalentes, que esencialmente son dinero gratis para tu jubilación.

7. Automatiza tus ahorros

Una de las estrategias más simples y efectivas para desarrollar buenos hábitos financieros es automatizar tus ahorros. La automatización elimina las dudas y la tentación de ahorrar dinero porque no tienes que reservar fondos manualmente cada mes. En cambio, el dinero se transfiere a tus cuentas de ahorro o inversión automáticamente, lo que hace que el ahorro sea una prioridad en lugar de una ocurrencia de último momento.

Comienza por configurar una transferencia automática desde tu cuenta de cheques a una cuenta de ahorro de alto rendimiento o una cuenta de jubilación. Decide cuánto quieres ahorrar cada mes y programa la transferencia para que se realice justo después de recibir tu salario. De esta manera, el dinero está fuera de la vista y fuera de la mente, y tendrás menos tentación de gastarlo en artículos no esenciales.

También puedes automatizar las contribuciones a otros objetivos financieros, como crear un fondo de emergencia o ahorrar para unas vacaciones o el pago inicial de una casa. Muchos bancos e instituciones financieras ofrecen herramientas que le permiten crear “cubetas” de ahorro separadas para diferentes objetivos, de modo que puedes ver tu progreso en cada área.

AZCCU puede ayudar a los adultos jóvenes a administrar sus finanzas

 

La transición a la fuerza laboral y la administración de un salario no tienen por qué ser abrumadoras para los adultos jóvenes. Al establecer un presupuesto, evitar las deudas y priorizar el ahorro, puedes administrar tus finanzas con confianza y construir una base sólida para el futuro.

Arizona Central Credit Union está listo para ayudarte con todas tus necesidades bancarias, desde cuentas de cheques hasta cuentas de ahorro, préstamos para vehículos y otros préstamos personales. Si tienes alguna pregunta, contáctanos en línea o llama al (866) 264-6421.